21/02/09

LÓGICA DEL DON EN NUESTRO ENTORNO SOCIAL

Hay muchos ejemplos acerca de cómo opera el principio de reciprocidad en nuestras sociedades, a pesar de las diferencias. Ana decía, la vez pasada, que el sentirse obligado es algo volátil (se mencionó el ejemplo de las obligaciones festivas). Y Abel también decía que es imposible predecir (la incertidumbre de Bourdieu?). En otras palabras, mucho depende, sino de las estrategias de las coyunturas. Fuji, por el contrario, afirmó que la lógica del don (la triple obligación) es estructurante de la conducta social o por lo menos de toda esa esfera de acción que implica un surplus afectivo, personalizado. Podríamos plantear la pregunta al revés: qué tal sería de las relaciones sociales si no operara la lógica del don, el principio de reciprocidad, si sólo operara la lógica contraria (la del negocio a secas, por ejemplo). Habría sociedad?

Otra cuestión planteada es la de las dicotomías (la planteó Juan Pablo pero Abel también tiene cosas por decir)

Otra cuestión a tratar es lo de lo imaginario y lo simbólico, planteada por Mauricio (Godelier :-)

Laura, que la otra vez puso en la mesa la cuestión de la violencia y de la agresividad (cosa sobre la cual podemos regresar), comentó que la frontera entre naturaleza y cultura puede plantearse en términos filosóficos apelando a la idea de finitud.  "...la conciencia de lo finito, de la muerte. Nosotros los humanos somos concientes de ello". Idea interesante,  pero una vez más esto remite al big-bang de lo simbólico... En fin, ya es suficiente por hoy. Buenas noche

2 comentarios:

  1. LA LÓGICA DEL DON EN NUESTRO ENTORNO SOCIAL, TAN SIMPLE COMO ESTO (Sigo con el soliloquio...)

    A y B son amigos.

    - A invita B a una fiesta, B es libre de contestar lo que quiera y contesta no. No problem.

    - Pasan dos meses. A invita B a un trabajo colectivo; B contesta que no puede. Se siente obligado a justificarse y le habla por teléfono...

    - Pasan 6 meses, A se casa, B no puede ir al matrimonio. Se siente obligado a justificarse y le habla por teléfono...

    - Después de tres meses muere el padre de A, B no va al funeral y se olvida incluso de hablarle. A está muy resentido por el comportamiento de B.

    - B lo percibe ya que al encontrarse A devuelve el saludo de manera fría

    - Un día B se entera de ciertas dificultades económicas de A; le habla y le hace un cuantioso préstamo diciéndole, me lo regresas (voluntariamente) cuando puedes y lo que puedes. La relación entre A y B mejora notablemente.

    - Después de un mes A invita a B a una comida en su casa. Ahí le devuelve el dinero recibido y además le regala un reloj. La relación entre A y B se ha (momentaneamente) restablecido...

    De ejemplos banales como éstos y diferentes de éstos está hecha la vida humana. El peso de la obligación, del dar y devolver (cualesquiera que sea la naturaleza de la cosa intercambiada) depende del contexto, de la posición ocupada por las personas intercambiantes y por muchas más cosas. La incertidumbre, el sentirse obligado (la justificación), la libertad y la voluntariedad individuales, el juicio del otro y de los demás. Las libertades individuales y las obligaciones (presiones morales) sociales, los beneficios y las consecuencias son parte del mismo paquete.

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  2. NOTA: Sobre el carácter libre y obligatorio del don ver también Caillé 2004 (primeras páginas). Este mismo autor rechaza, además, las críticas de LS a MM en relación a la importancia que el segundo le da al carácter simbólico del don (símbolo y don tienen la misma acepción, son coextensivos uno con otro).

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