21/02/09

EL PUNTO DE PARTIDA

Ya lo resolví...


Tratemos de hacer el punto sobre algunas cosas abordadas hasta ahora.

Al arrancar con Mauss (MM) y Lévi-Strauss (LS) y sucesivamente Godelier (MG) nos preguntamos cuál es el fundamento de lo social en nuestra especie. Desmarcándose de una teoría fundamentada en las necesidades materiales y fisiológicas  --un fundamento utilitario-- ambos autores proponen, a partir de una valoración diferente de ciertos datos etnográficos y también de otro tipo, algo que no apela a una causa o una necesidad sino a una condición a priori: el simbolismo, para Mauss, la expresión de la sociedad misma; para Lévi-Strauss dispositivo mental que se inscribe a la vez en el orden de la naturaleza ¾en tanto propiedad cerebral común a todos los seres humanos¾ y la cultura ¾en tanto permite lo que Leori-Gourhan (1964-65) definió como "la irrupción de la arbitrariedad en la banalidad zoológica de los sentidos". A partir de este momento, se asume que si no fuera por esta última característica, la arbitrariedad (las reglas convencionales), la diferencia entre seres humanos y otras especies sociales sólo podría plantearse en términos de grado o forma, LS, en cambio, plantea una diferencia cualitativa, el simbolismo.

El mérito de MM según LS es haber abierto las puertas a una teoría simbólica de lo social, que sólo no formuló --lo que formuló, según él, es una teoría social del simbolismo-- porque al momento de explicar el enigma de la devolución del don recurrió a la teoría indígena de la animación-personificación del objeto donado. Es decir, en lugar de cerrar el modelo con una explicación sociológica de intercambio --explicación que a su vez apelaría a la naturaleza simbólica de lo social--  MM abdicó en favor de un modelo fenomenológico que privilegia la concatenación de las partes para explicar el todo. Es lo que les comentaba en otro correo "el hau y el mana  pertenecen al primer orden explicativo: el de la reflexión sujetiva de una totalidad vivida pero no conscientizada --la exégesis; "significado"...-- cuando la explicación última está, según LS, en la totalidad de la relación, el intercambio, cuyo carácter sintético es unir sincrónicamente a las partes. La forma simbólica (el "significante flotante") antecede su contenido ideológico (variable). Está disponible en toda sociedad; sin embargo, cada sociedad lo significa a su manera. En este sentido, "Los símbolos --dice en la p. 28-- son más reales de lo que significan".

Es este modelo una proyección del antropólogo? No, dice LS. La prohibición del incesto es un dato empírico [recuerden que durante su estancia en Nueva York LS se peinó todos los datos etnográfico a su disposición] que demostraría, de múltiples maneras, en los cinco continentes, que para ser sociedad hay que renunciar a los deseos inmediatos, individuales, y poner a circular --compartir-- el objeto del deseo, sin renunciar a la propia individualidad dentro del grupo. La prohibición del incesto es la regla, arbitraria (porque no-necesaria) y universal a la vez, por medio de la cual un hecho tan básico y tan biológico --tan "natural"-- como la reproducción de la vida humana es sometida a una lógica simbólica de lo social. De ahí también la afirmación de que el simbolismo de la relación es "más real" de los términos que se ocupa de unir, de las tres obligaciones que la conforman... La sociabilidad no es una propiedad exclusiva de la especie humana; su carácter simbólico sí lo es...

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